
Hay numerosos factores que determinan la calidad de los piensos. Entre ellos, las infecciones fúngicas representan un problema mundial y generan una alta concentración de micotoxinas en los alimentos. Estas toxinas inhiben la síntesis de proteínas, lo que causa una merma de la producción de leche y carne, menor crecimiento y menor tasa de conversión alimenticia (TCA).
En este ensayo, se demostró la eficacia de un inactivador de segunda generación de micotoxinas en una granja de cerdos con 150 animales.